Los Algarrobos

Los Algarrobos es una antigua estancia dedicada a la explotación agrícola-ganadera, está ubicada en el Departamento Unión, casi en su límite con el Departamento Marcos Juárez, al sudeste de la Provincia de Córdoba, en el área de influencia de la Municipalidad de Monte Buey, de cuya planta urbana dista 17 km.

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La Estancia se halla 190 km al oeste de la ciudad de Rosario, a 270 km de la ciudad de Córdoba y a 500 km de la
Capital Federal. Situada en plena pampa húmeda, la explotación se dedica fundamentalmente a la producción en gran escala de trigo, soja y maíz.
El chalet que forma parte del casco de la estancia, construido a comienzos del siglo XX, ha sido recientemente restaurado.

Preservando la construcción original y elegantemente amoblado, dotándolo además de todos los elementos de confort propios del siglo XXI, poniendo así la propiedad en valor en todos sus aspectos

En el año 2008, los propietarios deciden habilitar el lugar como Hotel Rural para familias y empresas. Dicha actividad se desarrolló hasta el 2016, cuando los dueños deciden suspender este tipo de uso, y dejarlo exclusivamente para los socios y sus familias. De esta manera, la casa se encuentra ocupada todos los veranos y fines de semana largos desde entonces, funcionando de alguna manera como un tiempo compartido de los dueños.

BIENVENIDOS

La Estancia se halla 190 km al oeste de la ciudad de Rosario, a 270 km de la ciudad de Córdoba y a 500 km de la
Capital Federal. Situada en plena pampa húmeda, la explotación se dedica fundamentalmente a la producción en gran escala de trigo, soja y maíz.
El chalet que forma parte del casco de la estancia, construido a comienzos del siglo XX, ha sido recientemente restaurado.

Preservando la construcción original y elegantemente amoblado, dotándolo además de todos los elementos de confort propios del siglo XXI, poniendo así la propiedad en valor en todos sus aspectos

En el año 2008, los propietarios deciden habilitar el lugar como Hotel Rural para familias y empresas. Dicha actividad se desarrolló hasta el 2016, cuando los dueños deciden suspender este tipo de uso, y dejarlo exclusivamente para los socios y sus familias. De esta manera, la casa se encuentra ocupada todos los veranos y fines de semana largos desde entonces, funcionando de alguna manera como un tiempo compartido de los dueños.

LA Estancia

La estancia está situada en la extensa pradera de la pampa húmeda, en la dilatada llanura del sudeste cordobés, en el departamento Unión, casi en sus límites con el Departamento Marcos Juárez, próximo a la confluencia de los ríos Tercero y Cuarto o Saladillo., 220 km al oeste de Rosario, a 270 km de Córdoba y a 500 km de la Capital Federal.

Es de destacar que, si bien está situada en la pampa húmeda de la República Argentina, culturalmente la colonización de esta zona sudeste de la provincia de Córdoba reviste características diferentes de las de otras zonas del país, pudiéndose designar como la región de la “pampa gringa”, a diferencia de la “pampa gaucha”, propia fundamentalmente de la provincia de Buenos Aires. Colonizada principalmente por propietarios ingleses, con el aporte de colonos europeos, italianos y españoles en su mayor parte, las características culturales de la pampa gringa difieren en gran medida de las de la pampa gaucha mencionada.

El casco de la estancia está compuesto por una superficie de 34 hectáreas. En el parque central se encuentra el chalet principal formado por un gran bloque de dos pisos con una interesante fachada, el cual es testimonio de la arquitectura de principios del siglo XX y del espíritu pionero que dirigió el poblamiento de nuestro territorio.

Con una extensión de 1246 ha, Los Algarrobos es hoy una empresa agrícola exitosa, dedicada fundamentalmente a la producción de trigo, maíz y soja aplicando las técnicas de siembra directa. Los cultivos se llevan a cabo utilizando las más modernas herramientas de siembra y fertilización.
La actividad ganadera de Los Algarrobos se desarrolló hasta hace muy pocos años, pero fue una actividad que la empresa decidió abandonar.

LA Estancia

La estancia está situada en la extensa pradera de la pampa húmeda, en la dilatada llanura del sudeste cordobés, en el departamento Unión, casi en sus límites con el Departamento Marcos Juárez, próximo a la confluencia de los ríos Tercero y Cuarto o Saladillo., 220 km al oeste de Rosario, a 270 km de Córdoba y a 500 km de la Capital Federal.

Es de destacar que, si bien está situada en la pampa húmeda de la República Argentina, culturalmente la colonización de esta zona sudeste de la provincia de Córdoba reviste características diferentes de las de otras zonas del país, pudiéndose designar como la región de la “pampa gringa”, a diferencia de la “pampa gaucha”, propia fundamentalmente de la provincia de Buenos Aires. Colonizada principalmente por propietarios ingleses, con el aporte de colonos europeos, italianos y españoles en su mayor parte, las características culturales de la pampa gringa difieren en gran medida de las de la pampa gaucha mencionada.

El casco de la estancia está compuesto por una superficie de 34 hectáreas. En el parque central se encuentra el chalet principal formado por un gran bloque de dos pisos con una interesante fachada, el cual es testimonio de la arquitectura de principios del siglo XX y del espíritu pionero que dirigió el poblamiento de nuestro territorio.

Con una extensión de 1246 ha, Los Algarrobos es hoy una empresa agrícola exitosa, dedicada fundamentalmente a la producción de trigo, maíz y soja aplicando las técnicas de siembra directa. Los cultivos se llevan a cabo utilizando las más modernas herramientas de siembra y fertilización.
La actividad ganadera de Los Algarrobos se desarrolló hasta hace muy pocos años, pero fue una actividad que la empresa decidió abandonar.

El chalet

El chalet está compuesto por más de veinte ambientes, incluyendo las dependencias de servicio, y fue construido con materiales de mucha calidad, propios de la época, donde se destacan los pisos y cielorrasos de pinotea y las aberturas de cedro.Se accede al mismo por una señorial entrada con hall de acceso, a la derecha del cual se encuentra un amplio living exquisitamente amoblado, y hacia la izquierda el atractivo comedor.

En ambos salones se destacan bellas estufas revestidas de mayólicas importadas. En la parte posterior de la planta baja hay tres confortables habitaciones, una de ellas en suite, además está el baño de uso común, la cocina y la sala de televisión.

Una bellísima escalera de madera con balaustradas conduce a la planta alta, donde una majestuosa suite, cuatro amplias habitaciones decoradas con gusto y esmero y con todos los elementos del confort, y los cómodos baños, completan los espacios destinados al alojamiento de los huéspedes. La suite y una de las habitaciones se abren al balcón perimetral que circunda la parte alta, instando al huésped a instalarse en dicho balcón y solazarse con el paisaje y el sosiego.En el pintoresco y espacioso parque arbolado se destaca la amplia piscina que invita a nadar en ella, o simplemente tenderse al sol.

Cuando la sociedad adquiere la estancia en 1963, el chalet se encontraba con algo de deterioro, pero su condición fue empeorando con el correr de los años y su desuso, llegando a fines de los ’90 con serios daños estructurales. Los actuales propietarios, conscientes de su valor histórico-cultural,  tuvieron siempre en mente su puesta en valor,  pero el proyecto comienza a tomar forma recién en el año 2001, fecha en la cual se da inicio a su restauración, tarea que demanda  seis largos años. A fines de 2007 los esfuerzos se ven coronados con el chalet luciendo como en sus mejores tiempos, habiéndose  rescatado su diseño y materiales originales,  decorándoselo con esmero y acierto y dotándolo de los elementos de confort propios del siglo XXI.

En el pintoresco y espacioso parque arbolado se destaca la amplia piscina que invita a nadar en ella, o simplemente tenderse al sol.

Cuando la sociedad adquiere la estancia, el chalet se encontraba en un avanzado estado de deterioro, por haber estado deshabitado durante un largo período. Los actuales propietarios, conscientes de su valor histórico-cultural, tuvieron siempre en mente su puesta en valor, pero el proyecto comienza a tomar forma en el año 2001, fecha en la cual se da inicio a su restauración, tarea que demandó cinco largos años. A fines de 2006 los esfuerzos se ven coronados con el chalet luciendo como en sus mejores tiempos, habiéndo rescatado su diseño y materiales originales, decorandolo con esmero y acierto y dotándolo de los elementos de confort propios del siglo XXI que está transcurriendo.

EL CHALET

El chalet está compuesto por más de veinte ambientes, incluyendo las dependencias de servicio, y fue construido con materiales de mucha calidad, propios de la época, donde se destacan los pisos y cielorrasos de pinotea y las aberturas de cedro.Se accede al mismo por una señorial entrada con hall de acceso, a la derecha del cual se encuentra un amplio living exquisitamente amoblado, y hacia la izquierda el atractivo comedor.

En ambos salones se destacan bellas estufas revestidas de mayólicas importadas. En la parte posterior de la planta baja hay tres confortables habitaciones, una de ellas en suite, además está el baño de uso común, la cocina y la sala de televisión.

Una bellísima escalera de madera con balaustradas conduce a la planta alta, donde una majestuosa suite, cuatro amplias habitaciones decoradas con gusto y esmero y con todos los elementos del confort, y los cómodos baños, completan los espacios destinados al alojamiento de los huéspedes. La suite y una de las habitaciones se abren al balcón perimetral que circunda la parte alta, instando al huésped a instalarse en dicho balcón y solazarse con el paisaje y el sosiego.En el pintoresco y espacioso parque arbolado se destaca la amplia piscina que invita a nadar en ella, o simplemente tenderse al sol.

Cuando la sociedad adquiere la estancia en 1963, el chalet se encontraba con algo de deterioro, pero su condición fue empeorando con el correr de los años y su desuso, llegando a fines de los ’90 con serios daños estructurales. Los actuales propietarios, conscientes de su valor histórico-cultural,  tuvieron siempre en mente su puesta en valor,  pero el proyecto comienza a tomar forma recién en el año 2001, fecha en la cual se da inicio a su restauración, tarea que demanda  seis largos años. A fines de 2007 los esfuerzos se ven coronados con el chalet luciendo como en sus mejores tiempos, habiéndose  rescatado su diseño y materiales originales,  decorándoselo con esmero y acierto y dotándolo de los elementos de confort propios del siglo XXI.

Historia

En el año 1864, los hermanos Barclay, un varón y dos mujeres de nacionalidad inglesa, compran el campo de 10.000 ha. de extensión al gobierno provincial, constituyéndose en sus primeros propietarios y edificando la primera casa en un sitio diferente de la actual ubicación. El casco antiguo de la estancia los Algarrobos estaba construido en un relicto del espinal (o monte), en la zona de transición con la llanura pampeana.

Era época de ataque de malones en una Argentina carente de una autoridad nacional que pudiera garantizar la seguridad de los habitantes del vasto país, y los repetidos avances de los aborígenes sobre la propiedad los obligan a cercar la propiedad con un foso.

En 1896, John Benitz compra a Georgina Barclay la propiedad de 10.000 ha. y se instala con su familia  en la casa allí existente, aunque  decide mudar el casco fuera del monte, situándolo en su emplazamiento actual, comenzando en 1903 la construcción del chalet. Para esa época ya habían cesado los malones pues las Fuerzas Armadas de la Nación, que ya habían retornado de la guerra de la Triple Alianza, habían restaurado la paz en la región.

John Benitz había nacido en California en 1861, cuando ésta era aún territorio mejicano y se convierte luego en ciudadano estadounidense con el traspaso de California de Méjico a Estados Unidos. Hijo de alemanes, es el noveno de una familia de diez. De espíritu aventurero, acorde a los tiempos y lugares en que le tocó vivir. Siendo aún muy joven su familia se traslada a la Argentina, afincándose en la Provincia de Santa Fe en el paraje hoy llamado La California, en el año 1875. Allí John transcurre su adolescencia y se convierte en un activo ciudadano comprometido con los asuntos comunitarios y administrador de la propiedad de su familia. En 1892  contrae matrimonio con Marjorie Mc Intosh, con quien tiene cinco hijos: Elsie, Josephine, Marjorie, John (hijo)y Alfred.

En el año 1904, al comenzar el nuevo siglo, los Benitz están instalados en su nueva casa, distante 300 metros del  chalet original de los Barclay. Esta casa fue durante muchos años el mudo testigo de veladas, fiestas familiares, partidos de polo y tenis a los que la familia era sumamente afecta y a los que asistían invitados de diversos puntos del país y del exterior.

Los Algarrobos, como todas las estancias de la  época era una unidad autoabastecida constituida por un chalet y sus dependencias. El recorrido por las instalaciones del casco evidencia esta característica del autoabastecimiento, ya que tenía todos los elementos para albergar en forma adecuada no sólo a los propietarios, sino también a los trabajadores necesarios para llevar adelante la empresa y para proveer a su subsistencia.

La estancia detenta en su historia un hito de trascendencia en lo que hace a la organización de las explotaciones agropecuarias de la época,  ya que allí se construyó el primer cerco perimetral en un campo de la Provincia de Córdoba, lo que ratifica la idea progresista y la actitud pionera de su fundador.

John Benitz fallece en una inundación repentina en su casa de Cruz Grande, en las Sierras de Córdoba, en 1916, luego de una vida fecunda en realizaciones y contribuciones a las comunidades de las que formó parte. Alrededor de 1930 sus herederos dividen la Estancia Los Algarrobos formando las estancias La Gloria, el Venado y Los Algarrobos (actual). John Benitz (hijo) quien queda a cargo de Los Algarrobos, luego de padecer serios problemas económicos,  vende la estancia en el año 1953 y emigra a Inglaterra.  La familia Gorostiza de Buenos Aires compra la propiedad y encarga un proyecto de restauración total del chalet, que no lleva finalmente a cabo, vendiéndola nuevamente diez años más tarde.

 En 1963 Los Algarrobos es adquirida por la firma Oscar J. Peretti y otros – Estancia Los Algarrobos S.H. constituida por varios socios y liderada por Oscar José Peretti. Este grupo societario venía adquiriendo campos desde la segunda mitad de la década de ‘50 pero es recién en 1982 que se redistribuyen las propiedades y se asigna Los Algarrobos a sus actuales propietarios, los miembros de Establecimiento Los Algarrobos S.A.

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